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Pintar Tzolk’in 11 agosto 2013

Posted by ppglaf in General, Recursos.
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Tzolk’in: Der Maya-Kalender es un curioso juego del que se pueden encontrar reseñas en la web a poco que se indague un rato. Y digo lo de curioso porque dispone de un mecanismo, el Tzolk’in o calendario maya, que gira y hace girar otras ruedas como parte del desarrollo de la partida. Este engranaje viene decorado y también hay en la web numerosos ejemplos de cómo pintarlos para que queden más bonitos.

En mi caso, y pese a mis malas artes con la pintura (incluso la de brocha gorda), me propuse decorarlo y para ello me basé en un hilo de labsk donde kalamidad21 explica cómo hacerlo con betún de judea. Como no he visto ninguna otra explicación detallada y he tenido mis más y mis menos, creo que es interesante compartir mi experiencia. Ya sabes, si eres de esos que pintan miniaturas y demás, esto no te interesa.

Lo primero es dar imprimación o preparación o como se llame esa sustancia que va a servir para que la pintura quede fijada en el plástico del que están hechas las ruedas. Yo ya tenía una referencia, pero también fui a una casa de pinturas y me quisieron vender un bote de 750ml de otra marca que era lo más pequeño que tenían. Salía por 10 euros, lo que resultaba más barato, pero, ¿qué hago yo luego con un bote tan grande? Al final compré en Leroy Merlin el que buscaba (Preparación Universal Bruguer), por algo más de 5 euros, pero el bote de 250ml, que será más fácil de guardar (y menos doloroso de tirar cuando tenga que hacerlo por falta de uso).

Tzolkin 002

Es de color blanco, lo que ayuda a saber qué partes ya han sido pringadas y cuáles no. Como se ve, usé una paletina de las más baratas (39 céntimos), de calibre 20. Vamos, que tiene un 20 grabado en el lateral. Por aquello de proteger mis manos delicadas, también usé unos guantes desechables de látex que tenía por casa.  Esto tardaba unas cinco horas en secar (siempre pondré los tiempos para segundas manos), así que, pintado por la tarde, se continúa al día siguiente por la mañana. La brocha se limpia con agua perfectamente.

Tzolkin 003

La pintura tampoco tiene mayor complicación. Un bote de 125ml (el más pequeño), de un color que me gustara. Estuve dudando entre un color arena y éste gris perla que es el que al final elegí. Eso sí, satinado, y porque no lo encontré mate en tamaño pequeño. El brillo creo que era demasiado. En este caso, la limpieza de utensilios se hace con aguarrás. También estuve pensando en darle más de una capa de imprimación y/o de pintura, pero no merece la pena: cualquier imperfección a la hora de darle pintura será incluso conveniente de cara al resultado final.

El día antes dejé secar las ruedas sobre unos papeles en sucio que tenía y alguna se acabó pegando. Con la pintura no me ocurrió porque tuve la precaución de mover las ruedas de vez en cuando, hasta que secaron al tacto. Como había que esperar unas 24 horas para segundas manos, a dejar reposar hasta el día siguiente.

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Uno de los temores que tenía, y que había leído por ahí, era que, una vez pintadas, las ruedas no giraban igual de bien, así que pensando en ello, descubrí que por detrás había chorreado la pintura y la imprimación y que incluso tenía ciertas rebabas que decidí quitar.

Tzolkin 005

Quizás sea un poco exagerado por usar una máquina, pero con lijadora y una lija muy fina, en un par de minutos desapareció todo resto significativo de pintura que pudiera estorbar. Un buen trapo para quitar bien el polvo y al siguiente paso.

Tzolkin 006
El betún de judea lo compré por algo menos de dos euros. Como viene en una botellita, hay que verterlo en algún recipiente para poder mojar la paletina, así que eché apenas unas gotas en un vaso de plástico desechable, lo justo para mojar la punta de la brocha. Como venía advertido de que se seca rápido, cuatro brochazos rápidos para empapar media rueda de las pequeñas y rápidamente, soltar la paletina y usar un trapo para refregarlo todo y para quitar el exceso. Es realmente sencillo.

Lo que no tenía previsto es que la segunda vez que puse en práctica esta técnica, la brocha, más grande que el vaso, lo tiró, no llegando a derramar nada de betún porque tenía muy poca cantidad y porque fui muy rápido. Esto podría ser un accidente cualquiera, pero cuando me ocurrió por tercera vez seguida observé que el betún de judea, sustancia corrosiva de la familia de la kryptonita, había devorado el suelo del vaso, prácticamente desintegrándolo. Afortunadamente, tenía otro vaso cercano y lo metí dentro rápidamente. Mi preocupación era con las ruedas y con que la aplicación fuera uniforme. No podía imaginar que también ese segundo vaso iba a ser devorado por el puñetero betún y que mis precauciones con la protección de la superficie de trabajo (salvamantel de plástico duro más varias capas de papel en sucio) me iban a librar de un desastre mayor. En los momentos finales del trabajo, el betún, junto con restos derretidos de los dos vasos de plástico empleados, formaron una densa pasta sobre la mesa de la que me deshice gracias a mi manía por poner mucho papel para proteger.

Tzolkin 007

Le di dos manos de betún a las ruedas, porque tras la primera no me acababa de convencer el resultado. Seca muy pronto y se puede dar una segunda mano enseguida, pero ojo porque oscurece. Al gusto del consumidor. La paletina la limpié con aguarrás. El trapo, para tirarlo.

El resultado final merece la pena (en las fotos no se le hace toda la justicia al asunto). Las ruedas giran igual de bien (o de mal) que al principio del proceso y queda muy vistoso.

Una vez puestas las pegatinas, listo para jugar:

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Me queda la duda de saber si ahorrándome el paso de la imprimación y pintura, y dando directamente betún a las ruedas hubiera quedado bien o simplemente no agarraría al material plástico. Más que nada porque el color original también puede quedar resultón y me hubiera ahorrado dos manos de pintura. Yo quise que tuviera aspecto oscuro, pero un fondo claro tendrá mucho más contraste y quedará muy bonito.

En todo caso, toda una experiencia para alguien que no tiene ni idea de pintar miniaturas y similares. Si os animáis (si yo puedo, cualquiera puede), recordad usar un recipiente blindado para el betún de judea.

Ahora a jugarlo.

Comentarios»

1. sergio - 11 agosto 2013

no te hubiera cogido el betun sin la imprimacion pedro.Esta muy bien hombre y si con paciencia y practica todo se puede hacer.

Sebastian Nuricumbo - 6 enero 2014

Todo esta bien, solo que el «calendario» que usaste es la piedra del sol de los aztecas, no de los mayas, Hay que invstigar bien primero. Saludos.


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