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Kutuzov 21 May 2009

Posted by ppglaf in Reseñas.
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Tras haber jugado un poco en vivo y un poco por correo, me atrevo a hablar un poco de este juego, que me gusta mucho y del que voy a comentar algunos de sus aspectos, ya sea porque me lo parezca a mí o porque alguno de mis compis de juego opina así del mismo.

Para empezar, lo malo, pero no haré distinción y mis comentarios negativos y positivos se mezclarán:

– Dicen los entendidos que el mapa tiene una extraña mezcla de nombres de ciudades tal y como eran en la época y tal y como son hoy en día. Mis conocimientos de geografía e historia rusas son un poco escasos para confirmar el comentario, pero ya empezamos a criticar un juego por su falta de rigor histórico, en lugar de por aspectos «lúdicos».

– Es un juego para cuatro jugadores divididos en dos bandos, y los colores usados son «poco apropiados». Azul (correcto) y rojo (¡¿británico?!) para los franceses. Verde (correcto) y amarillo (¡¿español?!) para los rusos. De nuevo un detalle nimio a mi entender, pero que supone una traba en según qué jugadores.

– El mapa, siendo adecuado, quizá fuera mejorable con algunas diferencias menos sutiles en las líneas de terreno, que lo hicieran más legible.

– Las unidades están representadas por fichas con fuerza 1 (una infantería), fuerza 2 (una caballería) o fuerza 4 (una artillería). Todo es muy simbólico, pero de nuevo, con las objeciones habituales de los que preferirían que hubiera un gráfico más generalista y que representara todas las armas.  En todo caso, sí es muy extraño que se puedan mover las unidades independientemente y que también sean intercambiables en cualquier momento, respetando la cantidad de factores de fuerza (dos infanterías por una caballería, por ejemplo). Eso da lugar a la incongruencia de que mover 4 factores un espacio cuesta un punto (una unidad de artillería) y mover 3 factores ese mismo espacio cueste al menos dos puntos (una infantería y una caballería).

– Los gráficos usados para representar a los líderes son caricaturescos. Eso es algo que no me molesta en absoluto, pero parece que a otras personas les da impresión de poca seriedad.

– Es divertido. Podría añadir muchos más adjetivos, pero es suficiente así.

– Los combates se resuelven mediante muchos dados. Se suman los puntos de fuerza de la unidades, los de los líderes y los de la moral, y eso, aparte el juego de cartas apropiadas que añadan dados o algún evento, conformarán la cantidad de dados que haya que tirar. Los resultados de seis son bajas (eliminación definitiva) y los de cinco son desorganizaciones (eliminación durante el resto del combate). La suerte es controlable mediante la probabilidad, pero he visto casos en las que un grupo de ejércitos con dos líderes y ocho unidades no ha sido capaz de desalojar una simple guarnición de infantería. Esto puede ser un defecto (dependencia en exceso del azar) o una virtud (momentos memorables e inolvidables en las partidas).

– El desarrollo es fluido y ágil una vez se está familiarizado con el sistema y las cartas. Habrá muchos impulsos «de transición» en los que construir unidades o jugar eventos sea lo que haya que hacer, lo que evita tener que pensar demasiado. Estimo que se puede llegar a jugar al ritmo de una hora por turno de juego (son cuatro como máximo).

– Hay múltiples condiciones que llevan a la victoria antes del desarrollo completo de los cuatro turnos, por lo que muchas partidas serán más cortas de lo inicialmente previsto.

– Es frecuente ir reservando ciertas cartas para los combates decisivos, lo que dará lugar a que se gasten muchas en un momento puntual, con eventos y contraeventos.

– Las bajas son causadas muchas de las veces por las tiradas de desgaste, más que por los combates en sí. Esto, junto con la dinámica de partida de los rusos retrocediendo (cambiando espacio por tiempo) y los franceses avanzando desesperadamente, para luego volver las tornas, junto con algún otro detallito, es algo que transmite muchas sensaciones de simular la campaña real.

Por último, un comentario de mi primera partida, con los franceses, en la que fui siguiendo el ejemplo de las instrucciones: Napoleón avanza y no es interceptado, vuelve a avanzar, esta vez sobre un ducado con tropas enemigas y las unidades de alrededor intentan la intercepción. En el ejemplo fallan y los rusos realizan una huida con éxito posteriormente, pero en la partida real que yo jugaba, todas las intercepciones tuvieron lugar, con lo cual Napoleón, que confiaba en tener cierta superioridad, se encontró con todo el primer ejército ruso y parte del segundo ante sí. Además, había sufrido un evento de desgaste y otro de incapacitación del líder, con lo que las tropas estaban mermadas y sin dirección. La batalla fue desastrosa: Napoleón y su ejército fueron aniquilados por completo. Decidimos dejarlo allí y empezar otra.

Comentarios»

1. Lev Mishkin - 22 May 2009

Je je que contraste con lo que cuenta de esta misma experiencia PerezRon en la bsk.
Pues sí que es un purista, lo de los colores y los graficos de las fichas me da igual, lo que sí me molesta es la mala calidad de las ilustraciones que convierten a los lideres en caricaturas, y me parece que esa no era la intenció.
Todavía lo tengo por estrenar me has vuelto a empujar a hacerlo.
Un saludo

ppglaf - 31 May 2009

Pues supongo que sabes que PerezRon es uno de mis compis de juego. Suyas son algunas de las impresiones que recojo en mis comentarios, pero cada uno tiene un punto de vista diferente. Eso es siempre enriquecedor.
Desde luego, es posible considerar los dibujos de los líderes como unas «grotescas caricaturas» o como unas «simpáticas ilustraciones», pero los dibujos son los mismos, sólo cambian las opiniones de las personas.
Es un juego divertido, juégalo con gente, no por correo.

2. Lev Mishkin - 31 May 2009

No si ya sabía que habalabaís de la misma partida, y como bien dices es muy enriquecedor escuchar vuestros diferentes puntos de vista.

¿has conseguido engañarle y que juegue alguno de bloques?


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